GUIJO PÉREZ, SALVADOR
El convento de Nuestra Señora de Consolación de Sevilla, conocido como el de las Mínimas de Triana, constituye uno de los testimonios más singulares de la vida contemplativa femenina en la ciudad. Fundado en el siglo XVI tras el traslado de la comunidad desde Fuentes de León, su historia refleja las luces y sombras de la vida conventual en Sevilla: desde los años de expansión y esplendor, hasta las exclaustraciones y desamortizaciones que marcaron su devenir con hasta cinco emplazamientos.
Esta obra, fruto de una rigurosa investigación apoyada en el archivo conventual, hasta ahora apenas accesible, ofrece por primera vez una visión completa de la trayectoria histórica, artística y espiritual de esta comunidad. A través de sus páginas se redescubre la figura de San Francisco de Paula, la riqueza de su legado penitencial y el modo en que las monjas mínimas lo encarnaron en clausura durante más de cuatro siglos, custodiando un patrimonio material e inmaterial de gran valor para la memoria de Sevilla.
El libro no solo se detiene en la descripción de los retablos, imágenes y dependencias del monasterio, sino que abre también una ventana a la experiencia de vida de las religiosas que lo habitaron. Sus profesiones, sus obras piadosas y su entrega silenciosa conforman una crónica espiritual que atraviesa el tiempo y sigue viva en la actualidad. Este estudio invita a comprender que el convento de las Mínimas de Triana no es únicamente una joya patrimonial, sino también un espacio de fe y de intercesión constante, donde la historia y la espiritualidad se entrelazan para dar testimonio de una vocación que, a pesar de las dificultades, ha sabido perdurar hasta nuestros días.