RAMOS BERNAL, ANTONIO
Los diferentes problemas planteados en la ciencia económica pueden clasificarse en función de la complejidad computacional necesaria para resolverlos. En términos de computación, esta complejidad hace referencia al tiempo y el espacio necesario para encontrar su solución. Dado que la resolución de problemas se realiza, en general, a través de programas informáticos ejecutados en computadoras digitales, podemos pensar en las computadoras como elementos esenciales para nuestra economía. En la actualidad, las computadoras desarrollan una capacidad de cálculo impensable hace apenas unas décadas. No obstante, la potencia de estas computadoras digitales está comenzando a llegar a su límite. Un límite que surge por la imposibilidad de reducir el tamaño de sus componentes de forma ilimitada y, por tanto, su velocidad y memoria están cerca de llegar a un estado en el que no se produzcan grandes cambios. En estos últimos años se están derivando grandes recursos para construir unas computadoras que operan de una forma radicalmente distinta a las computadoras actuales, son las llamadas computadoras cuánticas. Estas computadoras aprovechan los principios de la física cuántica para manipular Qubits, que son el sustituto de los bits actuales. La potencia que puede llegar a desarrollar un computador cuántico excede de forma notable a un computador clásico. Este cambio tan elevado de la potencia computacional permite reformular los problemas que se plantean en la economía. Este breve texto sobre economía cuántica busca la reflexión y la crítica del lector, introduciendo la necesidad de replantear nuestros problemas y buscar una forma de aumentar su complejidad. Es necesario entender que la economía cuántica es una ciencia todavía en gestación, sin embargo, parece correcto comenzar a pensar en los problemas de una ciencia que, actualmente, cuenta con innumerables problemas sin resolver o resueltos de forma errónea.